Autor letra: Estupor
Voz: Luciernagasonámbula
Música: Elgar -Saludo de amor-
Edición vídeo: Vigía
Un cuori agitati que parla con toda la nada
y, pese a sus afectos de imperecedera miríada,
con tal magnitud y con medida e incertidumbre
nos sumimos en una entropía, que se resume en la carne del hombre.
El impoluto reflejo que te describe cabalmente
es el lecho acuoso de mi pupila, que difracta tu belleza
y te magnifica en un fragor incomprensible que embarga silente.
Tú lo ves al mirarme, yo lo siento al tocarte cual secreta caleza.
Y florezco con tal sentir bravío; Me creas como tu terruño,
que solo memorias dulces son las silabas de tu adiós inexorable.
¡Estaré ahí! Es el tatuaje perfecto para entender que no es imposible ningún sueño.
El marco de tu triste mirar, es mi proeza lejana, es mi destino encomiable.
No te abandones completamente, no me quiero perder.
Gaditana o rioplatense que mas da si el refugio del que provengo
es el mismo, es el redil que abruptamente me abrió las puertas del saber.
Y empapado de tu ser vivificador, cada vez que parpadeo,
y, pese a sus afectos de imperecedera miríada,
con tal magnitud y con medida e incertidumbre
nos sumimos en una entropía, que se resume en la carne del hombre.
El impoluto reflejo que te describe cabalmente
es el lecho acuoso de mi pupila, que difracta tu belleza
y te magnifica en un fragor incomprensible que embarga silente.
Tú lo ves al mirarme, yo lo siento al tocarte cual secreta caleza.
Y florezco con tal sentir bravío; Me creas como tu terruño,
que solo memorias dulces son las silabas de tu adiós inexorable.
¡Estaré ahí! Es el tatuaje perfecto para entender que no es imposible ningún sueño.
El marco de tu triste mirar, es mi proeza lejana, es mi destino encomiable.
No te abandones completamente, no me quiero perder.
Gaditana o rioplatense que mas da si el refugio del que provengo
es el mismo, es el redil que abruptamente me abrió las puertas del saber.
Y empapado de tu ser vivificador, cada vez que parpadeo,
se que es todo lo que tengo.