jueves, 17 de febrero de 2011

Panama viejo en el recuerdo

Voz, texto y edición: Justo Aldú.


Primero la soledad no tuvo puertos,
tampoco bitácoras el tiempo,
nunca tuvo caminos el silencio,
en ese ayer de páginas eterno

Y aunque la soledad llegó despacio
no supo ondear en ti parajes muertos
y a golpe de vientos sosegados
fue clima solemne de avatares lentos.

Hoy me explota el recuerdo en mil detalles
porque tú me llenas de nostalgia
cuando del pecho se desgrana la esperanza
de volver a pisar tus viejas calles

¡Oh, mi ciudad por piratas saqueada!
antigua capital de oro rupestre
que por dentro me creces a caudales
cubre mi piel exhausta
con tus muros perpetuos
con ese paisaje visto
en mis errantes sueños
bajo las anchas clámides del cielo.
Yo te recordaré colosal, permanente'
con retumbos de voz en mis raíces íntimas,
prolongando lamentos amarrados al viento
como si me llamaras más que la eterna vida.

Ayer, fuiste gloria de España,
-fueron afamados tiempos-
Hoy, adoquines de historia,
sin su reino,
pero más gloriosos que los márnoles helénicos
como la majestad del universo.

Allí el viento
rueda alegre, rueda alegre
y el rumor del mar se oye a lo lejos.

¡Rostro de América,
de mi patria un monumento,
eres tú Panamá- viejo
mi más querido recuerdo!


miércoles, 16 de febrero de 2011

Cada tres segundos.

Autor letra: Almaguerrera1
Música: John Wiilliams// Frag. Carmina Burana
Edición vídeo: Vigía


Cada tres segundos
se apaga una vida, y nosotros vivimos
en la vergüenza de consentirlo.

Cada tres segundos
desaparece una estrella.

Cada tres segundos
una madre llora.

Cada tres segundos
unos ojos dejan de brillar.

Cada tres segundos,
un corazón deja de latir.

Cada tres segundos
muere un ángel.

Cada tres segundos
un ser inocente deja de sufrir.

Cada tres segundos
desaparece lo más tierno del mundo.

Cada tres segundos
un alma se evapora.

Cada tres segundos
cerramos los ojos, para no ver esas miradas que
nos piden con desesperación un
poco de ayuda.

Cada tres segundos
nuestras almas se hacen cada vez más negras.

Cada tres segundos
derrochamos nuestro dinero en cosas banales,
mientras un niño muere de desnutrición.

Cada tres segundos
estamos más cerca del INFIERNO.



martes, 15 de febrero de 2011

Tristeza

Texto, voz y edición: Angela (A.C.A.C)


A veces, un halo de tristeza
hace guardia en mi ventana.
Dibuja pequeñas lágrimas
 al cristal de la mañana
y yo me dejo envolver
en  ese traje de nostalgia.

Se opaca el color del cielo,
se esconden las nubes blancas
y tiritan en el aire
un puñado de hojas lacias.

 La lluvia me cuenta historias
entre la tierra mojada
y todo me sabe a morriña,
 a soledad y añoranza.

 Y quiero extender mis brazos
dejar que me empape la vida,
empezar de arriba abajo,
terminar de abajo a arriba.

Charlar con esas palomas
que por la plaza caminan,
acariciar la sonrisa
de esa niña que me mira,
y al tronar de las campanas
bailar hasta que muera el día.

 Pero a veces,
a veces siento que me puede,
me invade esta melancolía
y esa mujer del espejo
que con tristeza me mira,
cierra los ojos y espera…espera,
ver  de nuevo mi sonrisa.


viernes, 11 de febrero de 2011

Exposición de pintura de Luis Angel Llarens (LAL)

Artista: Luis Angel Llarens
Voz poema: Andrés Fernández AFER
Autor letra: Luis Angel Llarens
Edición vídeo: Vigía


- ELOGIO DE LA SOLEDAD Y TU SILENCIO -

 No es fácil estar solos, se necesita temple
para decirle no a tantas cosas 
(y seres) que se empeñan en aguarnos la fiesta.
Solos para el provecho de encontrarse a uno mismo.
Solos para la música y el verso,
que deseamos nos deje columpiados y absueltos.
Pero está el enemigo -a veces muy cercano-
que no entiende y desata
su verborrea injusta  
o su música artera; Su invasión alevosa.
Si entre dos no hay silencio que compartir, no existe
más destino que este: el hartazgo o empacho.

Yo disfruto el instante –único- del silencio;
Bástame con mirarte en la luz que atesoras,
en el gesto que advierto de amor en compañía,
cuando posas tus ojos en algún horizonte
y un recuerdo entrañable te abstrae y me convocas
a un silencio de trinos.  

miércoles, 9 de febrero de 2011

Poema en Buenos Aires.

Voz y música: Andrés Fernández AFER
Autor letra: Rubén Amaya
Edición vídeo: Vigía


Alumbrar un poema en buenos aires
es natural, como un dolor de alas,
como pedir un café y pensar un tango
que sacuda recuerdos en la lluvia

Es ponerse un bandoneón de invierno,
es juntar garúa de vino amanecido,
tirarse de cabeza por todo el alfabeto
gastando los barrotes de los domingos muertos.

Pensar un poema en buenos aires es elemental.
como vivir de un sueldo, dialogar
con las paredes y una luna furiosa
comprometidos verbos de futuros perfectos.

Vivir un poema en buenos aires
es quemar hasta el ultimo acento,
pintar de verde las horas desteñidas,
cebar un mate… y desatar los sueños!

lunes, 7 de febrero de 2011

Promesa.

Texto: Jeniffer Moore
Musica y recitado: Andres Fernández AFER
Edición: Vigía


Para ti inventé
un abrazo de sol y caminos,
de cabeza apoyándose en mi hombro
y manos enlazadas.
Un trinar jubiloso acompañando el paso
desde las ramas florecidas.

He inventado una fuente
en cuyas piedras nos sentamos juntos
y tocando las aguas con los dedos
muta el jardín, en un Edén sin sombras.

Y he inventado también una manera
de decirte lo mucho que te quiero,
sin pronunciar sonido,
sin entreabrir los labios,

sin dejar de mirarte esos ojos.
  


domingo, 6 de febrero de 2011

Pasando, pasa.

Texto: Jeniffer Moore
Musica y recitado: Andres Fernández AFER
Edición: Vigía



Pasando pasa su séquito infinito
succionando el vigor, la agilidad, el nervio
la luz de las ciudades con sus dedos de mármol
entre las nubes.

Pasando pasa, con la mirada ilesa
como un puñal insaciable purgando soledades.
Todo se transforma bajo sus pies de bronce.
Adormilados el genio, la lira y el talento
sacrifican su pecho de paloma.

Pasando pasa con su traje de gritos
y una tormenta destilando azufre
empapela enfermedad, como bulas inexorables
en las paredes de nuestras casas vacías.
¿Quién puede decirle te aborrezco
porque me quitas la opción de la mañana?
¿Y quién, en su locura se atreve
a golpearle el rostro con la sangre de sus hijos?

Pasando pasa y yo, que he caminado tanto
gastándose mis pies sin alcanzarle
le advierto desde lejos y atrás, entre la bruma
que lo he entendido todo hace mucho
y no sirvió de nada.


sábado, 5 de febrero de 2011

Tu mirada.

Letra: Nelly Castell
Voces: Nelly Castell - Fidel Hernández
Música: "Romance Anónimo"
Edición: Fidel Hernández



Tu mirada me desnuda el alma
y me deja en suspenso,
porque no puedo hablar
palabra alguna
que no sea
un te deseo
envuelto en ropa de seda
y siento chispas de fuego
que arden por mis venas,
me encienden un rosario
de besos apasionados
que brotan por mis instintos carnales,
hay un conteo de protección
bajo el vientre que se inflama
y que gotea las ansias
cuando ve que tú me amas.
Yo siento un manantial
en el fuego de tus bellos ojos
que se enciende la arteria del deseo
y no me puedo concentrar.
Se escapan los instintos que poseo,
despedazar tus ropas
y dejarte sin aliento
hasta que vea llegar
tus benditas ansias aguantadas
por tanto tiempo,
y desfallecidos los dos
 quedarnos sin aliento.
Tu mirada
me desnuda el alma,
dejándome en suspenso.


miércoles, 2 de febrero de 2011

Exposición de pintura y escultura de Liliana Marescalchi (LM)

Artista: Liliana Marescalchi
Música: Intermezzo, Karajan
Edición video: Vigía
 Texto: María


Mujer.

Mujer, blancura de rostro,
piel en donde los ocres
otoñan tristezas,
sin mirada, mujer,
porque los ojos,
a veces traicionan
y hacen de agua
todas las penas;
sin labios
porque el beso
se te fue tan lejos
que la boca se ausenta.
Mujer que en tu curvatura
de reinos pasados
duerme la forma
de todos los tiempos,
albergas hoy en tus manos
y en tus caderas
siglos de movimientos,
pasos circulares,
y en un costado
casi como un reclamo
crece de tu grito
un hombre:
y lo adjuntas a tu carne,
mujer,
lo tomas y te vas
rumbo al agua frágil.



martes, 1 de febrero de 2011

lunes, 31 de enero de 2011

¿Acaso sabes cómo te amo?


Letra, voz y edición: Ángela (A.C. A.C)



¿Acaso sabes cómo te amo?
Te amo, desde esta hermosa escarcha que bordea mi corazón,
que  florece entre tus manos, que no atiende a razones, ni a
estamentos, ni a motivos lógicos e ilógicos, ni a condiciones
previas, ni a reglas escritas en las estrellas.

Te amo, así sin más, pero sin menos. Con todo lo que soy y lo
que no. Con todo lo que tengo. Que no sé si es mucho. Que no
sé si es poco. O quizá no sea bastante para saciarte, pero aún
así te amo.

Te amo de esta sencilla manera en la que todo se entrega, con
una simple caricia en la mejilla o un dulce beso en tus ojos
cerrados cuando sueñan o con unas  palabras llanas que quieren
envolver tu vida y quedarse acurrucadas entre los hilos de tu
alma.

Te amo siempre apasionada, siempre,  porque soy pasión hecha
mujer, hembra de luz que te reclama.

Te amo de una manera triste, a veces,  porque yo soy, a veces,
tristeza enamorada.

Te amo de esta manera tierna, alocada, dulce, impetuosamente
desbocada, rozando a veces el delirio, cuando mis labios te
llaman.

Te amo y al amarte siento que crezco, infinitamente hasta
dispersarme en pequeñas motas y pasar a formar parte de
cada partícula de tu cuerpo, de tu piel, de tu sangre, de tu antes
y tu después, mientras soy durante… Maramante.(1)

Te amo, sin regreso, sin punto de partida, sin horizontes, sin
lejanías. Te amo hoy, como te amaré , aquél, el último día, en el
que mis párpados cerrados, duerman eternamente, para poder
amarte también después…. Y después, volver a amarte.
Ya sabes cómo te amo.


(1)(Maramante: Voz popular marinera, un barco remolcado,a la par, por otro. 
No figura en el diccionario de la Real Academia de La Lengua Española)

domingo, 30 de enero de 2011

La Guitarra.

Autor: Alejandro Casals
Voz: Arturo Iriarte 
Guitarra: Mario Echeverria
Edición: Vigía



En una antigüa vitrina, arrinconada en la sala,
misturada entre el facón, mates, bombillas... la rastra,
un rebenque, las espuelas y otras reliquias de plata,
orgullosa de su historia... ¡LA GUITARRA vive en jaula!
Quizá sea por la tristeza, de verla allí confinada,
que recuerdo sus memorias... y se me da por contarlas.
 
Ébano, cedro y ciprés... elegidos siendo planta,
de troncos a pleno sol, mezclados en la jangada,

en bajada, ¡El Paraná!... navegaron a flor de agua.

 
Modeladas con amor, por un artesano en Salta,
¡La suerte de las maderas, fue renacer en GUITARRA!

Según chismes de familia, desde hace tiempo... está en casa,

se comenta que el abuelo, la ganó jugando a taba. 
Resereando algún ganado y... ¡nada más... porque pasaba!
se entretuvo en un boliche, ¡Para habituarse a la cancha!

 
Un rusito agricultor, de la Colonia Esperanza,
se la jugó sin piedá a la primera clavada.
Y... aquella noche serena, ebrios de vino y de zambas,
pa’despedirse chuparon, hasta llegar la mañana.
Abrazado a LA GUITARRA... ¡Dicen que el ruso!... ¡lloraba!
 
Acomodada entre bultos, en un camión de mudanzas,
la fletaron para Brandsen, envuelta en un poncho pampa.

Quienes la conocen sienten... curiosidá por mirarla.

Se alvierte que desde tiempo, sin saberlo la buscaban.

¡Manos rudas se apresuran a toquetearle la caja!

para oírla sonar un rato... y... por lo menos palparla.

¡Manos torpes que se atreven!... ¡Manos sucias que profanan!

¡Porqué el leño las excita!... ¡Porqué el leño tiene alma!


Fue hace tanto... tanto tiempo, que de mi memoria escapa,

¡La ví sentada en las piernas de José Gómez Villalba!

¡Guitarrero como pocos!... nocheador de serenatas.

Ciñó su formoso cuerpo, hasta sentirla calzada,

acomodó el moño ajado... ¡De cinta celeste y blanca!

y recorrió el diapasón pa’intentar una pulsada.

La boca apoyada al cuello... como... ¡Cómo pa’besarla!

o tal vez emocionado... pa’no mostrar una lágrima,

¡Susurrándole en secretos!... modulaba las palabras.

¡Cada cuerda en carne viva con sonido de campanas!

¡Seis tripas estremecidas!... animadas de esperanza,
acompañaban las coplas... y entre acordes se floreaban,
liberando los gemidos, de su afinada garganta,

¡Con una mueca las risas! De su boca desdentada, escapaban...
¡Escapaban... como trinos de calandria!

Pero... pero es otra cosa... que pretende LA GUITARRA,
¡Ella es más que una madera, socavada de una planta!

¡Entuavía no ha nacido, el último hombre pa’marla¡
Al verla entre chucherías, en la vitrina olvidada,
reposanso allí... serena, en dulces sueños de carpas.
como una mujer sin tiempo, que sus años ya no pasan
¡Ilumina con el brillo, de los ojos de una anciana!

¡Cuanta dulzura apacible en la inocente encordada!
Y yo, que tanto la quiero... ¡NI SIQUIERA SE TOCARLA!


Secretos.

Autor letra y edición: Selkis



Siempre que empieza el juego
me doy cuenta de que falta un pieza
del puzzle que juntos quisimos montar.

Y tropiezo...
cuando la destreza de tu lengua silencia el movimeinto.

Y descubro...
que tus palabras te dan el relieve
y tus secretos, profundidad.

y no te escucho nada

Desde esta lentitud acuosa de mis pensamientos
contemplo...
la cuenca de unos ojos sin sus ojos
y tras ellos...

nunca dices nada

Parásito ciego que habita en tu silencio

¡no te deja dormir!

¡no te deja gritar!

¡Grítame!

... hasta alcanzar la cama
donde nuestros cuerpos son lenguaje mudo
porque al menos
la desnudez es siempre honesta.

Siempre que empieza el juego
me doy cuenta de que falta una pieza.


sábado, 29 de enero de 2011

Llanto amargo por Federico Garcia Lorca

 Letra, voz y edicion: Fidel Hernandez J.
 Musica: Recuerdos de la Alhambra.


¿Dónde estaba la luna?
Dime, Federico, tu luna, ¿dónde estaba?
Tal vez no quiso ver tu agonía
en esa noche macabra…

Y la madrugada se vistió de amapolas
en la cuneta de una carretera apartada...
¡Barbarie del hombre
que no tiene entrañas!
Verde que te quiero verde,
matanza de inocentes,
verde de muerte
que no verde de esperanza...
Y se callaron tus palabras
apagadas con olor a pólvora
en esa tierra gitana,
en esa tu amada tierra,
tierra de tu Granada,
en aquel año de desgracias
en que hermano contra  hermano
tuvo que enfrentarse cada mañana…

Y ese día, precisamente ese día
en que no quiso asomar la madrugada,
unas extrañas estrellas
en uniformes verdes lucían,
uniformes que vestían sombras,
estrellas sin alma
que no te dejaron morir
dulcemente en tu cama;
por almohada fue el tomillo y la albahaca,
por sábana, sólo la fría escarcha…
Luego,  hicieron desaparecer tu cuerpo
en una fosa compartida y agria;
sepultura sería para tus huesos,
verde viento, verdes ramas;
mas no pudieron enterrar en el suelo
tus valientes y  amantes palabras...

¡Ay, Federico!...
Dime, amigo mío,
te lo pregunto hoy
con un  nudo en la garganta,
tragando una saliva muy amarga…
¿Por qué se callaron los gallos?
¿Por qué los cuervos graznaban?
Y… ¿por qué lloró aquella noche el duende
de tu querida Alhambra?

Exposición de pintura de Oscar lopez Guerra. (OLG)

Artista: Oscar lopez Guerra - Zepol -
Música: Serenata, de Shubert.
Texto y edición vídeo: Vigía.


Hubo una vez, hace ya más de cien años, que una delicada dama blanca de preciosos ojos de color miel quedó cautiva y privada de libertad en una torre por los celos de su malvado marido. Y cierta razón tenía el marido, pues la dama estaba totalmente enamorada de un joven – representado por una flor echada a sus pies – al que desde entonces, no volvió a ver jamás.
Así transcurrieron años de encierro, y la dama sollozaba todas las noches rogándole a la luna blanca y azul, como ella, que le concediera el deseo de recuperar su libertad soñando que la convirtiera, aunque fuera a su muerte, en el mayor símbolo de libertad que se le ocurrió, esto es, un fabuloso caballo blanco y azulado y de este modo vagar libre y poderosa durante toda la eternidad.
Así pasó el resto de las noches de su vida, llorando, deseando y soñando.

Hasta el día de su muerte.

Todo aquello sucedió en una pequeña aldea en lo que lo cotidiano era el trabajo campesino, rural, y los años transcurrieron – mas de cien – en aquel lugar transmitiéndose la historia de la dama blanca, de abuelos a nietos.
Y esto es lo que hacia en ese momento de descanso de las labores, el anciano campesino, relatándole a su nieta la leyenda de la triste dama blanca de ojos caramelo;
Y de cómo murió de pena, sin su amor, encerrada en aquel oscuro torreón.

La nieta, en su infante ignorancia, le preguntó al anciano si la luna llegó a concederle aquel deseo a la dama; El abuelo, conmovido de su inocencia, le contestó que si,
pero que no la convirtió en un caballo blanco, ya que la condición de la luna es la nocturnidad y apiadándose de la dama le regalo un espíritu, que como el de la luna y el de ella, seria por siempre nocturno:

El de un lobo… Un gran lobo blanco y azul, de lindos ojos color miel.

Y aunque, le contaba el anciano, solo se le puede ver cuando es tan tarde que los niños ya hace horas que están durmiendo, muchos mayores dicen haberlo visto transitar la noche, aullando a la luna llena con una llamada salvaje, que unos dicen que es por el amor que perdió, otros por agradecimiento eterno...pero lo que si es seguro es que, desde hace mas de cien años, vaga libre por aquellas tierras.


jueves, 27 de enero de 2011

Te amo.

Autor letra y voz: Gian Franco Pagliaro
Edición: Sergiojerez1


Te amo
Te amo de una manera inexplicable.
De una forma inconfesable.
De un modo contradictorio.
Te amo
Con mis estados de ánimo que son muchos,
y cambian de humor continuamente.
Por lo que ya sabes,
El tiempo.
La vida.
La muerte.

Te amo
con el mundo que no entiendo.
Con la gente que no comprende.
Con la ambivalencia de mi alma.
Con la incoherencia de mis actos,
Con la fatalidad del destino.
Con la conspiración del deseo.
Con la ambigüedad de los hechos.
Aún cuando te digo que no te amo, te amo.
Hasta cuando te engaño, no te engaño.
En el fondo, llevo a cabo un plan,
para amarte... mejor.
Pues, aunque no lo creas, mi piel
extraña enormemente
la ausencia de tu piel.

Te amo.
Sin reflexionar, inconscientemente,
irresponsablemente,
espontáneamente,
involuntariamente,
por instinto,
por impulso,
irracionalmente.
En efecto no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados
para fundamentar este amor que siento por ti,
que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada
ha mejorado lo peor de mi.

Te amo.
Te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.
Te amo
incomprensiblemente.
Sin preguntarme, por qué te amo.
Sin importarme por qué te amo.
Sin cuestionarme por qué te amo.
Te amo
sencillamente porque te amo.
Yo mismo no se por qué te amo. 

Las horas.

Autor poema y edición: Sofiama


A estas horas
y en las otras,
cierro mis ojos y te veo.

Estiro mis manos y te alcanzo,
mis ojos curiosos te envuelven
en caricias de luz y reflejos claroscuros,
contemplan al hombre de tez morena,
ojos pequeños y sonrisa tierna;
a ese hombre que también me observa.

Un rubor pinta mi cara y
al escurrir de la mirada,
un relámpago atraviesa mis venas,
asalta mi corazón,
en abordaje de recuerdos
que galopan mi esencia
y otros,
más fuertes,
que se apoderan de ella...

A estas horas
y en las otras,
cierro mis ojos y te veo. 



http://www.loscuentos.net/cuentos/local/sofiama/

Consuelo


Texto y voz: José Antonio Gómez Rojas  (Jagomez)
Edición: José Antonio Gómez Rojas  (Jagomez)


Consuelo

En la más cruel batalla de mi vida,
tu ambición y tu orgullo han vencido,
hoy quedo humillado y malherido,
con nada, perdido, sin salida.

El corazón, quien sufre las heridas,
llorando pide a gritos un sentido,
por seguir manteniendo sus latidos,
él paga un alto precio mis caídas.

Sin asomo de aliento ni esperanza,
entre un mar de ilusiones destrozadas,
intento que se olvide de su duelo;

rescato de mis penas una alianza,
alzo al oscuro cielo la mirada,
y le doy, mi promesa por consuelo.

Mi promesa
(Secuencia del poema anterior)

Al tiempo, en sus giros el destino,
de nuevo nos coloca frente a frente,
me dices que juzgando es inclemente,
la desgracia a tu vida sobrevino.

De unir al tuyo el llanto me domino,
escuchando lo sola que te sientes,
lo tanto que sincera te arrepientes,
por el daño sembrado en el camino.

Cuando me has pedido que regrese,
terminar con tus días de amargura,
cual rayo te fulmina la sorpresa,

tu adiós en cruel verdugo reaparece;
ya a mi lado me abraza con ternura,
la mujer que dió vida a mi promesa.
 
 

Ven

Letra y edición: Vigía.
Voz: Susana-del-rosal.


Cada búsqueda
encierra un desencuentro,
ese lugar donde nos vimos
tantas veces.

Cada aurora te esconde
en una noche sin luna
-adormecida-
con el color turquesa
del que se pintan los mares y la esperanza.

Ven, con sinuoso canto de sirena
a mi vera
y enroca tu contorno aquí,
de donde quisiera
partir -por siempre- mis olas.

Y permanecer.

Encarámate en mis ojos
y utiliza mis labios para depositarte;
Anuda la despedida
desandándote de la palabra.
Ven a adular mi existencia
y seré prolijo en donar
el tiempo que nos falta.

Ven, porque retroceder
una vida
es la forma de volver
a dar el primer paso…

y la única,
de recorrer el ultimo primer beso.


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miércoles, 26 de enero de 2011

Marinero

Texto y voz: Sofiama
Edicion: Sofiama


Marinero, deja que llene tu vacío con mis historias,
permite que mi alma sea la luz que se yergue en tu mar,
déjame recorrer los mundos en tu barco
permíteme ser la brújula de tu amor.

Déjame entrar en tu barco, que amarte quiero,
déjame cubrir tu cuerpo con mis caricias,
deja qué mi cuerpo sea el horizonte del tuyo
hasta cubrirlo con espumas de misterios.

He visto morir y renacer la mar, en larga espera.
No te vayas, marinero, en las noches sin luna,
yo te ayudaré a pescarla para construir a tu lado,
metáforas que te hablen de sirenas que te llaman.

Si mi voz muriera en la tierra. Los dos angeles.

Autor Letra: Rafael Alberti
Edicion: Chiriveque2009


El Cuervo

Autor Texto: Edgar Alan Poe.
Edicion : Lolaaza


martes, 25 de enero de 2011

Noria.

Letra y voz: Susana del Rosal
Edición: Vigia



Me estás quitando el sueño, eso no te lo aguanto,
no sé si esto, a mis años, está bien o está mal,
si debo trasnocharme soñando con tus brazos
déjame que convierta mi sueño en realidad.

Que no queden mis manos vacías de tu presencia,
quiero palpar despierta lo que ahora es fantasía,
si sufro por las noches insomne con tu ausencia
dame el consuelo al menos de tenerte de día.

Porque entonces ni empeño ni las horas importan,
tus ojos en mis ojos, tu sed toda en mi boca,
una noria sin frenos, tú y yo con embeleso.

Y si te llega el sueño porque mi amor te agota,
ansiosa y apremiante, con la urgencia más loca
despertarte, mi vida, con un caudal de besos.

lunes, 24 de enero de 2011

Romance Sonámbulo.


Letra: F.G. Lorca
Música: Manzanita


Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.
Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
–Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.
–Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
–Compadre, quiero morir,
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
–Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
–Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡dejadme subir!, dejadme
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal
herían la madrugada.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
–¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.

Poema 20 NERUDA


Pablo Neruda

 

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Amar

Texto, voz y edición: Vigía


Amar es una angustia, una pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
es un querer saber todo lo tuyo
y a la vez un temor de al fin saberlo.

Amar es reconstruir, cuando te alejas,
tus pasos, tus silencios, tus palabras,
y pretender seguir tu pensamiento
cuando a mi lado, al fin inmóvil, callas.

Amar es una cólera secreta,
una helada y diabólica soberbia.

Amar es no dormir cuando en mi lecho
sueñas entre mis brazos que te ciñen,
y odiar el sueño en que, bajo tu frente,
acaso en otros brazos te abandonas.

Amar es escuchar sobre tu pecho,
hasta colmar la oreja codiciosa,
el rumor de tu sangre y la marea
de tu respiración acompasada.

Amar es absorber tu joven savia
y juntar nuestras bocas en un cauce
hasta que de la brisa de tu aliento
se impregnen para siempre mis entrañas.

Amar es una envidia verde y muda,
una sutil y lúcida avaricia.

Amar es provocar el dulce instante
en que tu piel busca mi piel despierta;
saciar a un tiempo la avidez nocturna
y morir otra vez la misma muerte
provisional, desgarradora, oscura.

Amar es una sed, la de la llaga
que arde sin consumirse ni cerrarse,
y el hambre de una boca atormentada
que pide más y más y no se sacia.

Amar es una insólita lujuria
y una gula voraz, siempre desierta.

Pero amar es también cerrar los ojos,
dejar que el sueño invada nuestro cuerpo
como un río de olvido y de tinieblas,
y navegar sin rumbo, a la deriva:
porque amar es, al fin, una indolencia.